ROMA, 26 AGO. (Italia Estera) - El ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi arremetió hoy contra la política de inmigración del Gobierno y dijo que Italia "debe ser católica y de los italianos", en una intervención en el congreso del movimiento católico Comunión y Liberación, en Rímini.
Tras pasar sus vacaciones en Cerdeña, el líder de la oposición conservadora regresó con esta intervención al primer plano de la vida política.
"Según nosotros, Italia tiene que ser católica y de los italianos. La izquierda piensa en cambio en una Italia pluri-étnica", dijo Berlusconi, arropado por los aplausos de unos 70 mil asistentes al congreso anual de la organización, que se celebra en las instalaciones de la Feria de Rímini.
Berlusconi aseguró que el centroderecha -en la oposición tras perder las elecciones de abril- está dispuesto a "acoger con todos los derechos" a los inmigrantes, siempre que "respeten nuestras reglas, nuestras leyes y nuestras tradiciones".
Pero consideró que, para darles la ciudadanía, debería ser necesario examinar su "conocimiento del idioma, de nuestra historia, de la geografía y de los fundamentos de nuestro Estado, de su constitución y sus leyes".
Por otra parte, "Il Cavaliere", que en septiembre cumplirá 70 años, dijo que está "condenado" a seguir en la vida política, pese a su derrota en las pasadas elecciones generales ante el líder del centroizquierda, Romano Prodi, por unos 25 mil votos.
"Estoy condenado a seguir adelante, entre otras cosas por una cuestión de orgullo e historia personal. La mitad del país me detesta, la otra mitad me respalda y quizá me ama", señaló.
El dirigente conservador arremetió una vez más contra la izquierda y advirtió de que el comunismo "sigue siendo un peligro", mientras desde el público, enfervorizado, surgían gritos de "el que no salte, comunista".
Al volver a su derrota electoral Berlusconi argumentó que perdió los comicios porque "era un momento de dificultad para todas las economías europeas, y de hecho en todas partes venció la oposición, a excepción del Reino Unido, donde había condiciones diferentes respecto al resto".
En el ambiente festivo que marcó su regreso a la vida política tras la pausa estival, Berlusconi se volvió para mostrar al público el resultado del trasplante de pelo al que se sometió el año pasado, lo que motivó una atronadora ovación. (Italia Estera) -