Un decreto aprobado el miércoles autoriza la expulsión de ciudadanos de la Unión Europea por "motivos de seguridad"
ROMA, NOV. (Italia Estera) - Las expulsiones de rumanos continuaron ayer después de que el Gobierno italiano aprobara el miércoles un decreto para la deportación de ciudadanos comunitarios por "motivos de seguridad". La medida fue aprobada de urgencia después de la muerte en Roma de una mujer italiana, asesinada presuntamente por un rumano.
Tras la aprobación del decreto, una decena de individuos apalearon en la capital italiana a tres rumanos residentes en Italia en un acto de motivaciones racistas, lo que ha hecho aumentar la preocupación en el país ante la posibilidad de que se repitan actos de este tipo.
Tras la deportación el viernes de los primeros cuatro rumanos, residentes en Milán (norte), ayer el delegado de Gobierno de Génova (noroeste), Giuseppe Romano, firmó 17 órdenes de expulsión de otros tantos por "motivos de seguridad". También su colega de Roma, Carlo Mosca, firmó tres decretos.
Además de las expulsiones, la policía está desmantelando los campamentos de rumanos de etnia gitana en muchas ciudades italianas y ayer fueron derruidas algunas chabolas en la periferia de Bolonia y en Roma.
El Ministerio de Exteriores de Rumanía emitió un comunicado en el que condenaba la agresión el viernes a cuatro compatriotas y pedía a Italia que tomara las medidas necesarias para que actos xenófobos de este tipo no se repitan.
"Caza al rumano". El alcalde de Roma definió el acto como una "venganza" y pidió "gran responsabilidad por parte de todos" para que "los tonos y comportamientos estén inspirados en los valores de convivencia y no de la venganza". El delegado del Gobierno de Milán, Gianvalerio Lombardi, también advirtió que "puede surgir el peligro de una caza al rumano". (Italia Estera)