BUENOS AIRES, 8 JU (Italia Estera) - En la Argentina existen centenares de emprendimientos artísticos generados por italianos y descendientes, pero pocos logran traspasar la frontera del anonimato, de acá y de allá.
¡Si vienen de Italia, seguro son buenos!.., es una de las frases que describen a la perfección la concepción del valor artístico que se le da a las expresiones culturales surgidas en nuestro país. Si no se revaloriza la capacidad creativa que existe acá, en Argentina, de poco vale el deslumbramiento que provocan las manifestaciones extranjeras, proveniente de allá, de Italia.
El gobierno italiano por medio de sus representantes (Embajada, Consulados, Institutos Italianos de Cultura, etc.) en la República Argentina no ha visualizado la necesidad de fortalecer e impulsar a todos los actores en el ámbito de la cultura, incluyendo las industrias culturales y creativas, las cuales constituyen uno de los espacios fundamentales para la construcción y transformación de las identidades, las cuales tienen un enorme potencial para consolidar la hermandad cultural de Italia con Argentina.
No alcanza con traer espectáculos de Italia u obras sumamente pintorescas, cuando en Argentina hay un potencial de italianos y descendientes que deslumbran y dejan boquiabiertos a más de uno cuando se los presenta en sociedad. Podríamos mencionar una gran cantidad de pintores, actores, cantantes, periodistas, escritores, arquitectos que han salido de la inmigración italiana radicados en suelo argentino desde principios del siglo pasado. Reconocemos el valor histórico de la cultura italiana que se trae desde la península, pero no podemos hacer la vista gorda a una realidad que existe.
En charlas extensas con funcionarios del gobierno italiano, que hemos mantenido a partir de nuestra decisión de hacer un humilde aporte a la difusión de la cultura italiana en argentina, las respuestas han sido siempre las mismas, textuales, casi como si fuesen parte de un mandamiento: "no se debe pedir apoyo solamente al gobierno italiano, se debe solicitar también la colaboración del gobierno argentino". Y así lo hemos hecho, y ¿saben que? el manifiesto nos ayudo a poner en claro las cosas; por eso hoy podemos afirmarles "solo recibimos el apoyo del gobierno argentino", que revaloriza una vez más la cultura de un pueblo que está inserto en su tejido social. ¿Y del gobierno italiano? no sabemos, no hay respuestas ni interés por conocer las actividades que se realizan mas allá de las instituciones, o sea de la puerta para adentro.
Es apropiado el momento para recordar parte de la historia italoargentina, por caso cuando Italia depositó millones de hombres, mujeres y niños con hambre en esta tierra; que les ofreció un porvenir, desde ya a fuerza de trabajo y esfuerzo, algo con lo cual no alcanzaba para sobrevivir en aquellas tierras bélicas e inhóspitas. Hoy lejos de esa triste realidad, Italia vive una etapa de desarrollo económico y tecnológico y seria propicio el momento para lograr hacer extensivo su crecimiento a los connacionales dispersos por diversas latitudes, pero no solo con subsidios y colaboraciones, sino también con recursos y herramientas que puedan servir para forjar un futuro prospero y digno tal como lo soñaron la gran mayoría de los inmigrantes. En este contexto, reconocemos la necesidad de formular políticas públicas integrales que estimulen la promoción de las diversas culturas.
La cultura como generadora de crecimiento debe ser apuntalada con programas de apoyo de toda índole para que las micro, pequeñas y medianas empresas que persigan metas culturales puedan desarrollarse y crecer, reducir las diferencias sociales y crear oportunidades de empleo. Estamos convencidos de que la cultura es un factor de unión social que ofrece oportunidades para el progreso y el desarrollo de ambos países.
Román Luna Marossero, italiaenamerica@argentina.com/ Italia Estera